Un faro que brilla en un rincón olvidado del mundo,
Alumbra para que alguien lo ayude a guiarse
En la silenciosa costa a la que se enfrenta,
Entre los escombros de su carcomida estructura
Espera ese barco surcador de mares
Que lo lleve a un nuevo lugar donde su luz guie
Donde la soledad de ese infinito paisaje no lo conduzca a la desesperación
Este pobre objeto perdió su sentido de vida,
Sin embargo, una pequeña chispa aparece entre tanta niebla
Y aunque pasen los años, y la construcción se caiga en pedazos
Ese faro seguirá esperando a que las crueles manos que la crearon
La reparen una vez más,
Y que pueda su luz cegadora apagar la oscuridad más fría y silenciosa.
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Tanto mi compañero como yo vivimos muchas cosas, corrimos de algunos lugares que nos asustaron, siempre fiel a mí, como nadie nunca lo hizo, lo voy a extrañar mucho el día que se vaya.